Mantener unos hábitos saludables y el envejecimiento activo: los mejores aliados de la memoria.

Los expertos recomiendan mantener unos hábitos de vida saludables, mantenerse activo física e intelectualmente e ir al médico ante los primeros síntomas de pérdida de memoria.
Consejos que parecen muy simples pero que son complicados de seguir diariamente.

Todavía no se conoce con certeza cuáles son las causas de la pérdida de memoria y el deterioro cognitivo. Los investigadores sospechan que los factores ambientales y genéticos podrían influir en la evolución de la enfermedad. Donde sí existe más certeza es en el campo de la prevención y el diagnóstico precoz del deterioro cognitivo.

La pérdida de la memoria y el deterioro cognitivo acostumbran a estar asociados al envejecimiento de las personas; pero no todas las personas mayores pierden la memoria o sus capacidades mentales. Y, en ocasiones, el deterioro cognitivo aparece en edades jóvenes.

Los expertos indican que la pérdida de la memoria puede ser consecuencia de los cambios que se producen en el organismo de las personas a nivel físico, psicológico y social.

En muchas ocasiones estas circunstancias son inamovibles e irreversibles, pero siempre es posible tomar medidas a lo largo de la vida para evitar o retrasar el declive de las funciones cognitivas y la evolución de la pérdida de memoria.

  • La actividad física y mental
  • Los hábitos de vida saludables
  • Las relaciones sociales
  • Leer:
    el diario, un libro, una revista… de hecho cualquier cosa que caiga en nuestras manos puede servir.
  • Escribir:
    mantener un diario, hacer listas de cosas que tengamos pendientes, hacer la lista de la compra, apuntar cosas que nos hayan gustado.
  • Hacer pasatiempos:
    crucigramas, sopas de letras, sudokus.
  • Practicar algún hobbie:
    pintar, coser, escuchar música… no sólo disfrutaremos haciendo algo que nos gusta, sino que además tendremos activas las neuronas.
  • Jugar:
    a cartas, al dominó, al ajedrez, a juegos de mesa o al “Veo, veo” con nuestros nietos.
  • Participar en actividades artísticas, culturales e intelectuales:
    visitar museos, exposiciones, participar en clubes de lectura, asistir a conferencias y charlas.
  • Aprender:
    un idioma o a tocar un instrumento musical, por ejemplo. Se recomienda aprender una cosa cada día para retardar el envejecimiento cognitivo.
  • Hacer ejercicios diseñados expresamente para mejorar la memoria, la atención y otras funciones mentales.
  • Las actividades manuales como bordar, coser o hacer aguja de ganchillo también ayudan a mantener el cerebro en forma.
  • Andar al aire libre:
    es muy aconsejable dar al menos un pequeño paseo todos los días.
  • La dieta mediterránea:
    mantener una dieta sana y equilibrada, rica en frutas, verduras, legumbre, aceite de oliva virgen y frutos secos.
  • Buena actitud:
    intentar mantener una postura positiva ante la vida, evitando los pensamientos obsesivos y negativos.
  • Repetir mucho las preguntas.
  • Desorientarse en un lugar conocido o poco conocido.
  • No saber en qué día, año o mes estás.
  • Tener dificultad para aprender cosas nuevas.
  • Dificultad progresiva para encontrar las palabras que quieres decir.
  • Abandono de algunas tareas cotidianas como ir a comprar, cocinar, etc.
  • Desinterés por las aficiones que se tenían.
  • Empezar a aislarte.

En este punto es crucial la información de la enfermedad que tengan los familiares y círculos próximos al paciente, si se detectan los síntomas iniciales, podrán aconsejarte que vayas al médico para diagnosticar una posible enfermedad.

El médico determinará si te encuentras ante una pérdida de memoria asociada a la edad o de un caso de deterioro cognitivo leve, dado que la detección precoz del DCL es muy importante para prevenir el desarrollo o incluso para evitar la evolución hacia una demencia.

La detección precoz del deterioro cognitivo y el tratamiento de la pérdida de memoria puede prevenir su desarrollo y evitar que desemboque en una demencia.