Entrevista al filósofo, que ayuda a entender qué significó esta revolución de la que hoy se conmemora el cincuentenario

‘Il est interdit de interdiaria’ ( ‘Prohibido prohibir’). Este es uno de los lemas que hicieron más fortuna durante el Mayo de 68 -también llamado Mayo francés – y que aún hoy podemos encontrar pintado con spray en alguna pared recóndita. Hoy hace cincuenta años que comenzó aquella revuelta que durante más de dos meses -en junio y julio también forman parte- removieron ideológicamente una Europa aún plenamente conservadora y resscaosa de la Segunda Guerra Mundial.

El filósofo Ramon Alcoberro (Pals, Baix Empordà, 1957) nos ayuda a entender qué significó un movimiento como ese. Fue una revolución, pero sin pólvora. El malestar estudiantil surgió a raíz de las tasas universitarias, pero en el fondo, venía de más allá. Había una insatisfacción del sistema, del tradicionalismo, y buscaba una nueva manera de vivir. Aunque duró pocas semanas y terminó como había empezado, con Charles de Gaulle reelegido presidente de la República, el poso dejado aquellos días de primavera en las calles de París y de más ciudades del estado, acabó haciendo mella en la sociedad .

Fuente: vilaweb.cat

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