Un proyecto de los franciscanos busca en Galicia personas solas para compartir comidas, tareas y compañía, devolviéndole la vida a edificios eclesiásticos vacíos. Impulsado por la orden religiosa de los franciscanos en Galicia para combatir la epidemia silenciosa de la soledad que se extiende sin freno por los hogares occidentales.
Mientras en Reino Unido el Gobierno acaba de crear una Secretaría de Estado contra la Soledad, en Betanzos se ha habilitado el convento de San Francisco de Betanzos, sin vida desde que hace un par de años franquearon la puerta las últimas monjas residentes, para crear una familia con personas “que estén o se sientan solas”. Los participantes pasarían el día en las instalaciones, desayunando, comiendo y cenando, compartiendo la colada y los gastos, regalándose mutuamente compañía.
Fuente: elpais.com
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