Ciertamente, la actual situación de crisis económica ha agravado una situación que ya era difícil antes para aquellos que se encuentran en esta etapa de la vida, en la que no debería sufrir ninguna disminución de derechos ni de reconocimiento. Para ello se ha de incidir interviniendo con políticas públicas que faciliten este envejecimiento de manera activa y productiva, y que nos permita mantener una digna calidad de vida en todo momento.

Sin embargo, del mismo modo que se ha de garantizar esta calidad de vida se debe garantizar también el derecho a decidir el momento y la manera de finalizarla cuando se sufre un deterioro irreversible o un sufrimiento insoportable, un hecho que nos puede pasar a cualquiera de nosotros en algún momento, independientemente de ser joven o mayor. Hay que defender los derechos de todos luchando contra las desigualdades e injusticias en todas sus formas, pero también defender los derechos de los ciudadanos al final de sus vidas.

Para hacer esto posible se debería despenalizar la eutanasia, haciendo posible el derecho a recibir un trato respetuoso y que se dé una respuesta proporcionada a la intensidad de este padecimiento, siempre que se haya expresado el deseo de morir y solicitado ayuda para hacerlo en plena posesión de las facultades para decidir.

En todo caso también habría que hacer efectivo el derecho de recibir un tratamiento adecuado al dolor con cuidados paliativos que permitan vivir con dignidad el proceso de la muerte, y respetar el derecho de expresar nuestra voluntad de forma anticipada para dejar constancia de las instrucciones sobre las intervenciones y los tratamientos médicos que podamos recibir, derechos que, por cierto, se recogen en el estatuto de Autonomía de Cataluña de 2006.
Por todos estos motivos siempre serán bienvenidas las iniciativas para difundir los derechos que existen respecto a esta materia, como la moción conjunta que se aprobó en el pleno de nuestro ayuntamiento el pasado mes de octubre donde este se posicionaba para divulgar el derecho de los santcugatenses a morir dignamente y favorecer acciones para ayudar a la ciudadanía a afrontarlo con la máxima dignidad posible; o como la reciente presentación en nuestra ciudad de la asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD) con el objetivo de legalizar la eutanasia y el suicidio médicamente asistido, y que realizan un importante papel en la lucha por ampliar unos derechos que faciliten una vida pero sobre todo una muerte más digna, que liberen del sufrimiento y que contribuyan a disminuir la posible deshumanización de este proceso en nuestra cultura.

Fuente: www.cugat.cat
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