Tuvo que dejar sus estudios para trabajar y sacar adelante a su familia. Ahora se ha propuesto alcanzar sus metas del pasado
105 años y con más motivación que nunca. Lo cierto es que no se tiene edad para cumplir los sueños. Eso es lo que piensa Ermelinda, que está actualmente cursando primaria. “Me siento como si tuviera 60 años”, confiesa risueña. Su historia ha dado la vuelta al mundo. No es para menos, y es que, según apunta su profesora, no siempre se ve a alguien tan trabajadora como ella.
Hace dos años se marcó un reto que siempre había tenido: cursar los estudios básicos. Se decidió y desde entonces no se ha echado para atrás. De hecho, leer es una de sus mayores pasiones, por lo que no le resulta complicado ponerse al día en las tareas.
Fuente: lavanguardia.com