Cuando compramos y colocamos nuestros muebles en casa, lo hacemos basándonos en nuestro gusto y confort. Cuando vivimos con una persona mayor, tenemos que intentar adecuar los espacios del hogar para asegurarle mayor comodidad, seguridad y autonomía. Además, si tenemos algún familiar que ya es mayor y vive solo, quizá tendremos que ayudarle a adaptar su entorno para que su hogar sea cómodo y para que se minimice el posible riesgo de accidentes.
Para saber si hay riesgo de accidente por pérdida de movilidad, equilibrio, etc. de la persona mayor, la mejor opción es ponerse en contacto con su centro de salud y solicitar una valoración geriátrica integral (VGI). Esta valoración consiste en realizar unas sencillas pruebas de ejecución para evaluar su fragilidad y el riesgo de caídas. Algunas de las pruebas que tendrá que hacer son: levantarse y caminar, equilibrio y velocidad de la marcha.
Fuente: atencionmayores.org
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