Fuente: El País
Theresia Brandl cumplió la semana pasada su sueño: acabar sus estudios de bachillerato a los 105 años. Cuando era joven, tuvo que hacer frente a un importante dilema que atropelló sus ambiciones académicas: estudiar o ayudar a su madre enferma con las labores domésticas y cuidar de sus hermanos y la centenaria optó por la segunda opción pero nunca perdió la esperanza de finalizar sus estudios. El miércoles pasado, rodeada de cuatro nietos, ocho bisnietos y más familiares, recogió su diploma honorario en el colegio Sto-Rox. Su sueño fue posible gracias a la ayuda de la Fundación Twilight Wish, que ayuda a ancianos a cumplir sus deseos.
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