En las residencias de personas mayores hay familiares molestos con el nuevo protocolo de Salud. La nueva norma, que entró en vigor martes, obliga a confinar personas mayores vacunadas, pero permite trabajar a profesionales no vacunados, aunque hayan estado contactos de positivos.
Y es que en caso de contacto estrecho de un positivo, los residentes, a pesar de estar vacunados, no pueden hacer salidas ni recibir visitas. En cambio, el nuevo protocolo permite a los trabajadores que hayan estado contacto estrecho continuar trabajando, estén o no vacunados. La única condición es que las pruebas PCR vayan saliendo negativas.
Las familias denuncian que son medidas tramposas, porque no suponen uno relajante para los residentes, y piden la contratación de más personal.
María José Carcelén es presidenta de la Coordinadora 5+1 de Familiares de Residencias de personas mayores : “El que de verdad tiene riesgo de contagiar residentes, que es el trabajador, que es quien los baña, los levanta, les da la comida, y es quien tiene el contacto estrecho, lo dejamos trabajar. Jugamos a la ruleta rusa. A las otras personas, que prácticamente no interactúan entre ellas, las confinamos 14 días. Qué criterio es este? Es absurdo.”