Subiendo por la ladera de uno de los montes de la ciudad de Málaga nos encontramos con la fachada escalonada y los verdes toldos del residencial Santa Clara.

También con muchas de las 125 personas que allí viven, todas socias de la cooperativa Los Milagros, que acaba de cumplir 30 años. Unos se dedican a cuidar el huerto ecológico; otros aprietan el paso para llegar a su cita con el fisioterapeuta en el gimnasio.

También los hay que se sientan en el butacón de la peluquería pensando en un nuevo look; los que atienden al profesor que les enseña a manejarse con una tablet; o los que, sencillamente, se van a dar un paseo, planificando animosamente su próxima visita en autobús a la ciudad de Málaga.

Es raro encontrar alguno que baje de los 70 años y todos parecen tener una calidad de vida envidiable frente al mar.

Viven en el que está considerado el primer cohousing senior de España, una residencia para personas mayores diseñada bajo la fórmula de vivienda colaborativa en régimen de cooperativa.

Es decir, una especie de comunidad de vecinos, con pisos individuales para cada persona o pareja y zonas comunes con determinados servicios de atención médica, cuidado y ocio, que se deciden desde la cooperativa y trabajando de forma colaborativa entre todos los socios.

Para considerarlos como tal, deben cumplir con cinco rasgos clave, según Inmaculada Heras, trabajadora social en el Ayuntamiento de Andújar (Jaén) y doctoranda del Programa de Cuidados Integrales y Servicios de Salud de la Universidad de Jaén, teniendo como objeto de estudio para la tesis doctoral el cohousing senior.

Estos rasgos son los siguientes: participación, autogestión, diseño intencional, autogobierno y economía individual.

Para más información: https://hazrevista.org/soluciones/2022/02/envejecer-vivienda-colaborativa-opcion-saludable-ventajas-retos/