La reforma de las pensiones del año 2011 marcó un punto de inflexión para los nuevos jubilados. La necesidad de suplir las carencias de un sistema público que se enfrenta a un aumento progresivo de la esperanza de vida y una caída paulatina de las tasas de natalidad ha llevado a que la edad de jubilación se retrase cada vez más. Desde 2013, en España nos encontramos en pleno proceso de incremento gradual de dicha edad, que pasa de los 65 a los 67 en 2027.
Con esta normativa se pretende que los trabajadores estén más tiempo dentro del mercado laboral. Sin embargo, dicha normativa también afecta a la jubilación anticipada, ya que los trabajadores no podrán retirarse a los 63 años, como hasta ahora, sino que tendrá que ser a los 65 si se cumplen una serie de requisitos y, además, asumiendo la correspondiente reducción al aplicarse los coeficientes reductores.
Fuente: lainformacion.com