Aurora Cateriano descuelga su teléfono en su piso de Nou Barris, en Barcelona. Faltan unas horas para su 80º cumpleaños. Para celebrarlo, su nieta va a dormir esa noche en casa, con ella. Explica que, a pesar de tener una sola habitación, dispone de una cama grande, más amplia que la de matrimonio, donde pueden dormir las dos sin rozarse.

Sin embargo, no es algo que ocurra siempre. Cuenta que sus hijos, los que están en Barcelona, se han casado con mujeres del norte de Europa. Y claro, su idea de familia no incluye a las yayas conviviendo en el mismo hogar.

No lo comparte del todo, pero se le llena la boca de orgullo hablando de sus tres hijos. A todos los crio sola, trabajando como nutricionista en su país, y «haciendo dinero» para permitir que todos estudiasen y tuviesen la vida que quisieran.

Fuente: elperiodico.com/es

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