La edad es uno de los principales factores de riesgo para sufrir una caída, y su incidencia aumenta progresivamente con el paso de los años. También, el riesgo de que las caídas provoquen lesiones graves se incrementa con la edad.
Las caídas en personas mayores deben considerarse una señal de alerta. Por lo que es preciso analizar no sólo las causas, sino también las consecuencias y circunstancias en las que se ha producido.
Para prevenir las caídas, es de utilidad hacer los cambios necesarios en la vivienda, como instalar una iluminación adecuada, mantener seco el suelo del baño, poner alfombras antideslizantes o adaptar la altura de la cama. Si hay escaleras en la casa, asegúrate de que todos los peldaños son regulares y no resbalan, y que haya una barandilla fija a ambos lados de la escalera.
Se estima que el 30 % de los mayores de 65 años, y el 50 % de quienes superan los 80, sufren al menos una caída al año. La prevención debe incluir a distintos profesionales de la salud y a las personas de su entorno más cercano.
Fuente: Mejor con Salud