Periodista de deportes
Televisión de Cataluña

Xavier Bonastre (Barcelona, 12 de marzo de 1961), periodista de deportes de Televisión de Cataluña, sufrió hace un año una oclusión intestinal que le apartó de la pequeña pantalla y lo obligó a estar varios días en coma inducido y sentirse a las puertas de la muerte.

Y  lo narró sin rodeos a través del su blog, dedicado a explicar su experiencia como runner, y posteriormente en algunas de las páginas de libro, escrito en catalán, 100 històries del córrer (Cossetània Edicions), a la venta en las librerías. A estas alturas y tras su recuperación, si algo tiene claro es que si no fuera por el deporte, ahora quizás no estaría para contarlo.

En tu blog, donde narraste tu experiencia, dices, “yo mismo me di por acabado. Por muerto. Literal. Pero no era mi hora y he vuelto”. ¿Te da miedo morir?

En ese momento, explico que buscaba la luz blanca, pero recuerdo que lo hice procesar, internamente, como algo normal. Me decía: “habrá una puerta y cuando todo esto acabe la pasaremos y ya está”.

¡Es sorprendente que converses de la muerte con esta naturalidad! ¡Se habla tan poco todavía!

¡Una asignatura para aprender a abordar la muerte en las aulas no estaría nada mal! En nuestra cultura cuesta abordar la muerte, aunque, porque es un tabú. En mi caso yo ya tengo contratado mi funeral y me parece una prueba de amor hacia mi familia, porque sé que les ahorraré muchos dolores de cabeza.

¿Verdad que planificamos las vacaciones, el trabajo y la jubilación? ¿Por qué no planificar cómo quieres que sea tu despedida? Si la muerte forma parte de la vida por qué no organizar el final y que sea lo más potente posible?

Desde 1997 has hecho 55 maratones y 775 carreras. ¿Correr es para ti el motor que te ayudó a salir adelante?

Cuando yo llevaba sólo un día en la unidad de semi críticos del hospital donde estaba ingresado y me había engordado 20 kilos de peso, una enfermera me obligó a hacer pequeñas maratones.

El primer día, con su ayuda, fui desde el cabezal al final de la cama. Ella me abrió los ojos y así poco a poco empecé a recuperar la movilidad y la salud. ¡El deporte me permitió hacerlo posible!

¿Ahora eres más vital que antes?

Si se puede considerar una persona más vital la persona que ha visto la muerte de cerca, pues quizá sí. Ahora considero que la vida es un gran regalo que tenemos y entonces hay que aprovecharla al máximo y hacerlo el día a día. Ya no era gran amigo de planificar cosas a largo plazo, pero lo soy menos.

¿Te tomas la vida de manera diferente?

A veces pienso, ¡”dentro de dos meses a saber”! Yo vivo de propina porque me ha pasado lo que me ha pasado. Pero antes también lo sentía así.  De hecho vivimos todos, porque no existe el pasado ni el futuro, existe el presente, siempre. El pasado es un recuerdo y el futuro no existe.

¿En qué te ha hecho cambiar esta experiencia?

Desde que sufrí esta segunda oclusión intestinal, que me hizo vivir esta situación tan límite, en casa nos decimos mucho más que nos queremos que antes. Decir las cosas es bueno porque la vida es finita y nunca sabemos qué puede pasar.

Es verdad que desde entonces he participado en nuevas experiencias, quizás pensando más en las otras personas, en la carrera de montaña que he hecho recientemente, con motivo de La Marató de Televisión de Cataluña, celebrada el pasado mes de diciembre y dedicada a las enfermedades minoritarias.

Junto con otros corredores acompañé a Pol Molinos y a su padre, Toni, a hacer realidad que su hijo, afectado de una enfermedad minoritaria que lo mantiene en una silla de ruedas, pudiera llegar a la meta.

¡Y fue increíble! Entre todos lo hicimos posible.