Mucho se ha oído hablar de las terapias alternativas para afrontar enfermedades como la ansiedad, la depresión, el estrés postraumático, los problemas de memoria, las demencias, etc. Estas enfermedades están en pleno auge entre la población del siglo XXI, así como entre las personas mayores y se han convertido en compañeras de vida para muchos personas. Los expertos en la materia llevan trabajando años en la búsqueda de terapias que ayuden a afrontarlas, que ayuden a llevar una vida normal e incluso a salir de ellas airosos. Claro está que disponemos de un sin fin de medicamentos, pero muchos especialistas coinciden que no deben ser la única opción como tratamiento para nadie.

Diversos estudios han descubierto que existen muchas actividades que ayudan sobremanera a las personas que padecen algunos de estos trastornos. Entre estas actividades se encuentra el crochet o ganchillo, así como otro tipo de manualidades que mantienen la mente concentrada en ellas.

Nuestro cerebro libera un neurotransmisor, conocido como dopamina, cuando hacemos alguna actividad agradable. Los científicos creen que originalmente, esta sustancia estaba diseñada para hacernos repetir actividades que ayudaban a la supervivencia de la especie, comer o tener relaciones sexuales eran dos ejemplos básicos. Con el paso del tiempo, nuestro cerebro ha evolucionado y genera la dopamina mientras realizamos otro tipo de actividades agradables para nosotros o que requieran de cierta concentración.

La dopamina es el antidepresivo natural de nuestro cuerpo y cualquier terapia se basa en estimular la creación de la misma sin necesidad de usar medicamentos ni químicos.

Hay varios estudios que respaldan el efecto mientras se realizan ciertas manualidades. Entre ellas se encuentran el ganchillo o crochet y el tejer con dos agujas. En una conferencia, un científico dijo que cuando estamos involucrados en algo que requiere de nuestra creatividad, sentimos que estamos viviendo más plenamente que durante el resto de nuestra vida, esto se traduce en una sensación de bienestar máxima para nuestro cerebro y cuerpo.  Las actividades que son intelectualmente estimulantes, pueden ayudar a prevenir la atrofia cerebral así como mejorar las habilidades de razonamiento y la velocidad de procesamiento del cerebro hasta 10 años después de completar una capacitación.

Para más información: https://donovillo.com/blog/el-crochet-como-terapia.html