Montserrat Boix lidera desde diciembre de 2016 la Asociación de Familiares Afectados por Trastornos de Conducta (AFATRAC), una entidad que nació para unir los esfuerzos de padres con hijos con trastornos de conducta, agresivos y en muchos casos consumidores de drogas y que desde hace años viven inmersos en un auténtico infierno. Esta enfermera de 62 años confía en que la unión de las 73 familias que actualmente se reúnen en esta entidad consigan la fuerza para empezar a captar la atención de las administraciones.

 

  1. Actualmente ya hay unas sesenta familias integradas en esta asociación. ¿Qué pretendéis?

Queremos hacer fuerza para captar la atención de los políticos y pedimos que se creen centros de ingreso de larga estancia para personas con trastornos mentales graves que no puedan ser controlados en casa y que el juez pueda obligar a estas personas a tomar la medicación, lo que ahora no es posible porque a pesar de que el enfermo esté tutelado, siempre prevalece su derecho de autonomía y a decidir sobre su salud.

“Des de AFATRAC pedimos que el juez pueda obligar a tomar la medicación a las personas con una enfermedad mental grave.”

  1. En muchos casos, los afectados, aparte de tener un trastorno de la conducta, consumen drogas. ¿Cómo se reconduce este problema?

Cuando estás inmerso en la situación es complicado hacer el giro. En mi caso, mi hijo ha estado desde los 15 años en varios centros terapéuticos privados y no hemos encontrado la solución, porque al salir volvía a consumir. Es necesario que desde muy pequeños, ya en el ámbito escolar, los maestros y las familias puedan detectar casos como el de mi hijo. A muchos de los afectados se les detecta el llamado Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), desde muy pequeños, y terminan expulsados del colegio por mala conducta o respuestas agresivas.

  1. Parece que las medidas de prevención actuales no son demasiado efectivas. De hecho las demandas de tratamientos por consumo de cannabis se han duplicado en seis años en Cataluña.

Ahora muchos jóvenes se apuntan a la moda de la marihuana y lo ven como algo normal y aparte se banaliza por parte de la sociedad. En muchos casos, el consumo de drogas, también alcohol y cannabis, puede ayudar a desencadenar un trastorno mental que esté latente. Yo soy partidaria de ilegalizar su consumo y sólo reservarlo como tratamiento terapéutico y bajo receta médica.

  1. Des de AFATRAC pedís cambios para que un juez pueda obligar ciertos enfermos mentales a tomar la medicación de forma obligada. ¿Habéis obtenido alguna respuesta?

Sabemos que nuestras peticiones han llegado y estamos en contacto con algunos diputados del parlamento para hacerles llegar nuestra voz. Sabemos que lo que pedimos no está bien visto para otros padres con hijos con enfermedad mental, pero nuestro caso se debería de considerar un caso aparte, ya que estamos hablando de personas con trastorno de conducta grave, agresivos, sin capacidad de controlarlos y con capacidad nula para cuidar de sí mismos. En otros países es posible que el juez, después de haber estudiado cada caso en concreto y como resultado de una sentencia judicial, pueda obligar a la persona a tomar la medicación.

  1. Tener un diagnóstico claro de la enfermedad mental que sufren seguramente también ayudaría.

Sí, esta es también una de las peticiones de la entidad. Queremos que las personas que sufren trastornos de conducta, se las pueda estudiar para detectar cuál es su enfermedad mental. A menudo hasta que la persona no tiene un diagnóstico definido, el sistema de salud no da respuesta efectiva y esto es desesperante para las familias.

  1. ¿Qué recursos existen actualmente?

Los recursos públicos que existen son limitados y a menudo las familias que tenemos más posibilidades, acabamos derivando a nuestros hijos a centros privados o grupos terapéuticos, como fue nuestro caso. Pero los recursos que hay son de corta estancia, sin posibilidad de ingresar estas personas. La reforma de la salud mental que se llevó a cabo durante la década de los años 70 fue un paso adelante muy grande, pero en muchos casos dejó personas con trastornos mentales graves a cargo de las familias y esto no siempre es la solución.

“Es necesario realizar un diagnostico para las personas etiquetadas cómo afectadas por trastornos de conducta”

  1. Por esta falta de recursos y ayudas públicas, hay familias que les supera la situación y llegan a tomar la dolorosa situación de delegar la tutela de sus hijos. ¿Existen muchos casos de este tipo?

Algunos padres con hijos menores de edad, por razones económicas, han tenido que optar por esta situación cuando ya no hay más salida para que la Generalitat pague el tratamiento.

En casos de incapacidad judicial, cuando se trata de personas rebeldes, situación derivada por el trastorno de conducta y el consumo de drogas, las fundaciones tutelares no son un apoyo suficiente, ya que el seguimiento que les hacen no es permanente y los afectados se escapan de los pisos o los centros donde viven y terminan en la calle. Para nosotros no ha sido la solución y por lo tanto, también planteamos exigir cambios en el funcionamiento de estas fundaciones tutelares que deben velar por la salud y la seguridad de nuestros hijos ahora y sobre todo cuando ya no estemos.

  1. ¿Y cómo terminan estas personas?

Desgraciadamente en ciertos casos terminan en la calle, sin que los padres podamos hacer nada. Muchos somos padres que hemos recibido agresiones de los hijos, pero aún así no los queremos denunciar, ya que sabemos que lo único que harán, desde el ámbito judicial, es imponerles una orden de alejamiento y demasiado a menudo, todo y estar en la calle, nosotros seguimos siendo el único apoyo real que tienen.

  1. ¿Cómo os planteáis vuestra vejez con un hijo en esta situación?

Ahora mismo no soy capaz de visualizar que él llegue a hacerse mayor, como yo. Sólo pido que no me sobreviva a mí. Yo pensaba que la Administración velaría por él, pero no ha sido así.

“Queremos dar un toque de atención a los políticos para que se destinen recursos que nos ayuden a afrontar el infierno que estamos viviendo”

  1. Aún así, el hecho de que se haya montado esta entidad demuestra que no han perdido del todo la esperanza.

Sí, todavía confiamos en que haciendo fuerza y explicando nuestra situación a los políticos podamos sensibilizar a la sociedad y a las administraciones y conseguir generar cambios. Todavía hay muchas familias que viven este infierno en silencio, pero es hora de hacerlos visibles para que desde fuera podamos encontrar recursos que nos ayuden a reconducir nuestra situación.

  1. ¿Qué les recomendaría a personas que están viviendo una historia similar?

Que no se queden encerrados en casa, que busquen tener una vida ocupada y que se asocien para encontrar un mínimo soporte y un apoyo de familias que están pasando por lo mismo. Y sobre todo que se cuiden, porque esto va para largo y hay que mantener la fortaleza, todo lo que se pueda.